En octubre de 2016, Apple puso a la venta la 4ª generación de Apple TV. Tan solo un año después sacó al mercado el Apple TV 4K, que sólo incorpora mejoras relacionadas con su procesador y resolución. Sin embargo, entre estos dos modelos y los precedentes sí existen grandes diferencias. Además de las relacionadas con el diseño, prestaciones de sus respectivos procesadores y otras derivadas de la lógica evolución, las más significativas son las siguientes: